Escuchas canciones hasta que una letra te da la razón. No te convence cualquier canción. No quieres sentirte alguien extraño. Quieres saber que otros sienten cosas tan irrepetibles como las que tu sientes. Alguien lo siente y lo canta. Escuchas tu canción.
Escuchas canciones para tu estado de ánimo. No quieres cualquier canción. Necesitas una que te haga sentirte peor que mal o mejor que bien. No quieres sentir en soledad. Necesitas el ánimo o el desánimo del cantante. El cantante canta. Te canta una canción.
Tú eres mi canción 😉
Uffff, pero qué únicos nos creemos y cuánta razón tienes… Tantas canciones que pensamos que están escritas pensando sólo en mí, en el momento en el que yo la voy a necesitar, para explicarle bien a alguien cómo me siento.
¿Egoísmo? ¿Egocentrismo? ¿Somos el ombligo del mundo? ¿O simplemente es que realmente existe la conciencia colectiva?
(Me gustó esta entrada tuya -la primera que te leo-, así es que voy a echar un vistazo al resto de tu blog. Gracias por compartirte).